A finales del siglo XIX, los problemas de la ciudad eran esencialmente de polución ambiental e insalubridad, que había que responder desde la tecnología y la infraestructura, los médicos higienistas, los urbanistas, y sobre todo los ingenieros pasaron a ocupar un lugar decisivo en la organización y planificación de las grandes ciudades, cuyo nivel de “civilización” vino a ser valorado también, entre otras cosas, por la eficiencia de sus sistemas de alcantarillado, abastecimiento de aguas y transporte, así como por sus espacios abiertos y zonas verdes. Arturo Soria, dijo "es menester que cada familia tenga su hogar, completamente separado de los demás; un pedazo de terreno por pequeño que sea, exclusivamente suyo, su parte de sol y de aire"
En aquellos años se planteaban dos cuestiones:
· La necesaria implantación de nuevas infraestructuras, tanto en las comunicaciones como en las relacionadas con el urbanismo.
· La propiedad privada como elemento de equilibrio social.
Estatua en bronce, obra de Rafael Cidoncha
inaugurada en 1992
En 1882 presentó su proyecto de "Ciudad Lineal" que consistía en un dispositivo lineal de asentamientos urbanos definidos por una serie de servicios e infraestructuras de comunicación y transporte, de manera que ruralizara la ciudad y urbanizara el campo. Este innovador proyecto, con el cual se quería resolver los problemas de higiene, hacinamiento y transporte que apesadumbraban a las ciudades. Consistía en:
Articulada a ambos lados de un único vial de 500 metros. Una calle central con ancho mínimo de 40 metros y en su parte central recorrida por el ferrocarril eléctrico, de longitud en principio no limitada, lo que posibilitaba el crecimiento de dicha ciudad, que de esta manera pasaba a ser un elemento estructurador del territorio.
En dicha calle central se concentrarían los servicios públicos para los ciudadanos y las casas de los habitantes.
Vial arbolado, recorrible a pie, en bicicleta o en tren (un carril para cada sentido en el centro de la vía a fin de garantizar los intercambios comerciales con rapidez).
La construcción de una ciudad a partir de una o más ciudades puntiformes actuales; se formaría una red de triangulación entre las ciudades dedicándose los intersticios a industrias y agricultura.
esquema de lotes 1909
Las calles transversales tendrían una longitud aproximada de 200m y una anchura de 20m. Los edificios solo podrían ocupar una quinta parte del terreno; parcela mínima de 400m2 (80m2 a vivienda y 320m2 a jardín). Sería una ciudad extensiva de pequeñas viviendas aisladas: A cada familia, una casa. En cada casa, una huerta y un jardín.
En 1892 consigue la aprobación por las cortes de un proyecto de circunvalación de Madrid de 48 kilómetros de largo, que uniría Fuencarral y Pozuelo de Alarcón, en donde los futuros habitantes podrían participar como propietarios de acciones de la entidad, en función de su capacidad económica.
Don arturo, creó una compañía privada para llevarlo a la práctica, la "Compañía Madrileña de Urbanización"
En recuadro sector de 5 kilómetros alcanzados a construir por la Compañía Madrileña de Urbanización de un total proyectado de 53 km. Mapa del año 1949
Callejero de 1979
Don Arturo muere...
El proyecto de Arturo Soria nunca llegó a desarrollarse a la escala que él lo concibió: una corona urbanizada en torno a Madrid, recorrida por un ferrocarril-tranvía, de unos 55 kilómetros de longitud, uniendo Pozuelo y Fuencarral. Finalmente sólo se urbanizaron 5 kilómetros.
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